En el fascinante mundo del arte, nos sumergimos en la contemplación de obras que despiertan emociones y nos transportan a diferentes universos. Sin embargo, detrás de la belleza visual, hay un aspecto crucial que a menudo pasamos por alto: la climatización del entorno en el que se exhiben estas piezas sensibles.
En este blog nos gustaría comentar el deterioro que una obra de arte con materiales sensibles puede sufrir en un lapso bastante corto, si nos descuidamos.
Es común pensar que tener una obra de arte en un espacio común, ya sea un salón, un despacho o un comedor, significa que está protegida en un ambiente agradable y beneficioso para su conservación. Sin embargo, para ciertos objetos, esta percepción dista mucho de la realidad.
Los espacios diseñados para el confort humano, con sistemas de climatización que buscan optimizar recursos y ahorrar energía, pueden generar condiciones fluctuantes en temperatura, luz y humedad. Estas variaciones pueden ser especialmente perjudiciales para la estabilidad de materiales delicados.
Imaginemos el caso de los frioleros que, en invierno, prefieren ambientes cálidos. Estos cambios bruscos de temperatura, al pasar del frío al calor y viceversa, pueden poner en riesgo la integridad de materiales que se contraen y expanden de manera continua y periódica. Del mismo modo, un abrupto enfriamiento en verano puede afectar la estructura de las obras de arte expuestas en nuestros espacios durante años.
Aunque los sistemas de climatización buscan la comodidad humana, no siempre son las condiciones ideales para la conservación de obras de arte. Es esencial comprender que lo que nos resulta agradable puede no ser lo más adecuado para mantener en perfecto estado una valiosa inversión artística.
Además de las fluctuaciones de temperatura, es fundamental proteger las obras de arte de la luz solar directa, la humedad (especialmente en cocinas o baños) y las partículas de polvo que, en su mayoría, contienen esporas, grasas o arenillas abrasivas.
Para aquellos que desean preservar la inversión económica realizada en una obra de arte, recomendamos considerar un enmarcado microclimático. En SIT, te ofrecemos soluciones que te permitirán olvidarte de los factores ambientales y mantener tu obra en un estado óptimo de conservación.
En definitiva, la climatización adecuada no solo crea un entorno confortable para las personas, sino que también desempeña un papel crucial en la preservación de la belleza y la integridad de las obras de arte que tanto apreciamos.