¿Sabías que, si una obra de arte viaja en préstamo para participar en una exposición temporal, normalmente va acompañada de una persona?
Esto es algo que no suele saber la gran mayoría de los visitantes que disfrutan de una exposición temporal en un museo.
Por lo tanto, cuando caminamos por una exposición de obras de arte procedentes de diversas partes del mundo, podemos imaginar que un importante grupo de técnicos de museo tuvieron que viajar acompañando a las piezas durante todo su recorrido hasta llegar a su punto de exposición. Estos son los Courier (también conocidos como Correos).
Para ser Courier o acompañante de una obra de arte, tienes que ser un técnico de museo, es decir, pertenecer a los equipos de conservación, restauración o registro. Por lo tanto, debes conocer detalladamente las obras que acompañas y tener muy bien identificadas cada una de las pequeñas marcas que pueda distinguir a un objeto. Por todo esto, SIT Spain cuenta con especialistas en obras de arte que ayudan y acompañan a los correos de los museos nacionales e internacionales en sus andaduras con las exposiciones itinerantes alrededor del mundo.
Antes de que la obra salga de su lugar de origen, se revisa cada pequeña raspadura, mancha, golpe y hasta el más mínimo daño que pueda tener. Todo esto se anota en un documento conocido como Estado de Condición. Cuando llega a su destino en préstamo, se verifica que no haya habido ningún nuevo deterioro y por último se vuelve a comprobar cuando la obra de arte retorna a su punto de partida.
Muchos imaginan que hacer de Courier es como tener unas vacaciones pagadas, pero la mayoría de las veces es un trabajo intenso, estresante y muy, muy agotador. Principalmente por la responsabilidad que recae en sus hombros para garantizar que las obras son cuidadosamente tratadas y manejadas en todo momento. Es intensa, considerando que son piezas únicas y de muy alto valor, el cuidado en su manipulación debe ser extremo. Además, la seguridad y los controles en aduanas, fronteras y aeropuertos pueden llegar a ser muy estresantes.
Por último, los intensos horarios de viaje, que se pueden prolongar por muchas horas e incluso días sin descanso, hacen que los Courier terminen exhaustos después de sus largos recorridos y jornadas. Aun así, el actuar de Courier, se considera un privilegio y reconocimiento al profesionalismo de los técnicos de museo que se les encomienda el cuidado de las más valiosas obras de las colecciones.