SIT participa en el transporte de los nuevos hallazgos arqueológicos subacuáticos.
Hace una década el mar nos sorprendía con el hallazgo del pecio de Nuestra Señora de las Mercedes en aguas del Golfo de Cádiz por parte de la empresa Odissey. Estos días, lejos de esta polémica, se han dado a conocer en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQUA) los hallazgos surgidos a raíz de una nueva incursión en el buque del siglo XVIII. Se trata de la tercera campaña arqueológica que organiza el Ministerio de Educación Cultura y Deporte en colaboración con el CSIC, el Instituto Español de Oceanografía y la Armada Española que indaga sobre los restos del barco hundido por la marina inglesa en la Batalla del Cabo de Santa María el 5 de octubre de 1804.
En esta ocasión SIT se ha encargado del transporte especial de dos cubelinas (cañones) descubiertas a 1.130 metros de profundidad, con una envergadura de más de 4 metros y un peso de 2 toneladas. Factores, todos ellos, que han obligado a tomar medidas excepcionales para su rescate, siendo necesario el uso de un vehículo submarino no tripulado del Instituto Español de Oceanografía que ha permitido preparar la superficie antes de realizar la maniobra de desmontaje. Concretándose, de este modo, la campaña arqueológica subacuática realizada a mayor profundidad en un país europeo.
Una vez concluida la campaña, los camiones de SIT trasladaron con minuciosidad desde Cádiz al ARQUA dos cubelinas renacentistas de bronce firmadas por el fundidor Bernardino de Tejada y marcadas por el escudo de Castilla y León. La denominada Santa Bárbara fue fabricada en 1586 por encargo de Fernando de Torres, virrey del Perú, y contiene una interesante decoración de elementos renacentistas de delfines y escenas mitológicas. Mientras que la Santa Rufina fue encargada por Luis de Velasco, virrey de Nueva España, en 1601, dejando impreso su blasón familiar en el cañón. Dos importantes piezas que permitirán ahondar en la historia de la marina hispana.